Hoy se celebra Halloween en todo el mundo y como es tradición entre grandes y chicos no pueden faltar los disfraces más espeluznantes, historias terroríficas, películas que te ponen los pelos de punta ¡y que no te dejan dormir!
Como buen viajero y viajera que eres, porque siempre buscas descubrir lugares únicos, no puedes dejar de visitar algunos de los más misteriosos. Conoce estos cinco:
1. Ataúdes colgantes de Sagada, Filipinas
Los miembros de la tribu Igorot que habitan Sagada, cerca a la Isla de Luzón en Filipinas, desde hace más de 2.000 años tienen como tradición colgar los ataúdes de sus fallecidos sobre grandes acantilados.
Es así como desde las zonas montañosas de esta región, en Echo Valley pueden verse estos ataúdes que según las costumbres de esta tribu, entre más arriba del acantilado se encuentren, más fácil le será a los fallecidos llegar al cielo.
Los cuerpos son acomodados en posición fetal, se viste al difunto con sus mejores prendas coloridas y de los familiares para facilitar según ellos, el reconocimiento con sus antepasados en el más allá. Se dice también que los fluidos corporales del fallecido contienen la esencia de su alma y talento, que traerán buena fortuna a quienes los toquen y a las personas más cercanas.
Además de los acantilados, los ataúdes también se ubican en cuevas, siempre y cuando puedan recibir la luz del sol pues se cree que esta da vida a sus almas.
2. Isla de las muñecas en México
En las trajineras, barcas coloridas que caracterizan a Xochimilco, se puede llegar a la tenebrosa Isla de las Muñecas, un lugar que se encuentra a 20 kilómetros del D.F. Este fue el hogar de Julián Santana Barrera hoy con el paso de los años alberga una gran cantidad de muñecas, deterioradas por el tiempo y el clima tornándose con una apariencia terrorífica.
La leyenda cuenta que, Don Julián encontró el cadáver de una niña que se ahogó en uno de los canales de la isla. Se dice que el espíritu de la difunta quedó para siempre habitando este lugar donde se escuchaban quejidos y llantos todo el tiempo.
Para hacer que el espíritu se mantuviera alejado, Don Julián rodeó su casa con muñecas colgadas en redes para protegerse. A medida que pasó el tiempo cada vez eran más y más muñecas, esas que siguen allí hasta el día de hoy y que tienen todas las formas y tamaños posibles.
3. Prípiat, Ucrania
Ubicada en la región de Kiev, en la frontera con Bielorrusia, esta ciudad fantasma es reconocida por los grandes estragos que causó el desastre nuclear de Chernobyl en 1986. Debido a los altos niveles de radiación que fueron hasta 500 veces peores que los de la bomba atómica, la ciudad fue evacuada inmediatamente después del accidente y hasta el día de hoy continúa abandonada.
Prípiat fue construida para los familiares de aquellos trabajadores que hacían parte de la central nuclear. Sus grandes edificios, hospitales, colegios y calles desgastadas, se mezclan con la naturaleza que aún emerge en esta zona y que parece haberse detenido en el tiempo.
4. Catacumbas de París
Alrededor del año 1786, epidemias y enfermedades azotaban a la población parisina. Esto sumado a la falta de espacio en los cementerios llevaron a que pudieran enterrar los cuerpos de quienes fallecían en las catacumbas de la ciudad.
Se estima que en las catacumbas, cuya extensión alcanza los 300 kms y se encuentran bajo gran parte de París, hay enterrados más de 6 millones de cadáveres. Este osario que se ubica a lado y lado de los corredores es realmente escalofriante.
5. Bosque Aokigahara
Ubicado en Japón, cerca al monte Fuji, el bosque es tristemente conocido por las miles de personas que se han suicidado. Su nombre que traduce “Mar de árboles” alberga recuerdos de los familiares de aquellos quienes se quitaron la vida y de quienes se cree, sus almas siguen allí.
Por la alta tasa de suicidios el gobierno ha ubicado carteles en el bosque, en idioma japonés e inglés con el fin de que aquellas personas que vayan con el propósito de quitarse la vida, busquen ayuda.
Se dice que el lugar está maldito pues lo habitan demonios y seres de la mitología japonesa. Además de que en el siglo XIX, durante las épocas de hambruna, las personas abandonaban a los ancianos en el bosque, y al no tener fuerzas para salir, terminaban falleciendo en los densos caminos de árboles.
¿Te atreves a visitar estos lugares?