En Colombia hay cientos de pueblos encantadores, donde pasar unos días es como viajar a través del tiempo. Calles empedradas, hermosos jardines y construcciones antiguas y de gran valor histórico, son algunos de los atractivos que le esperan cuando visite nuestra lista de Pueblos Patrimonio. 

Actualmente, en el país existen más de 40 municipios que gracias a su riqueza cultural, histórica y arquitectónica, están dentro de la categoría de Bienes de Interés Cultural de Carácter Nacional.
 
Esto los convierte en un lugar donde se preserva el patrimonio del país y donde el turismo se convierte en una experiencia llena de aprendizajes e inmersiones a nuestras raíces.
 
Muchos de estos se han convertido en el hogar de cientos de colombianos que, buscando belleza, tranquilidad y seguridad, deciden rehacer su vida alejados del trajín urbano. 
 
Los 5 pueblos que le recomendamos visitar, son:

Santa Fe de Antioquia

Santa Fe de Antioquia es un pintoresco pueblo ubicado en el centro oeste de Antioquia, a tan solo una hora de Medellín. Fue la capital de este Departamento hasta mediados del siglo XIX, por lo que alberga importantes construcciones de la época colonial, incluyendo ocho iglesias que se encuentran en muy buen estado.
 
Lo mejor que puede hacer aquí, es recorrer sus pequeñas calles mientras disfruta del ambiente alegre que caracteriza a la población paisa. Además, no deje de probar las delicias gastronómicas locales como la bandeja paisa, el sancocho, el calentado y los desayunos que traen de todo. 

Villa de Leyva

Este pueblo boyacense es uno de los destinos favoritos de los bogotanos y de los turistas de la región. Uno de sus principales encantos es la plaza principal, cuyas medidas superan la hectárea y toda su superficie está empedrada.
 
Además de contar con la tradicional iglesia, en las cuadras que la rodean hay varios cafés, restaurantes y galerías con muy buen ambiente. Desde este punto parten la mayoría de caminatas alrededor del pueblo, así que su primer día lo puede pasar descubriendo pequeñas joyas históricas.
 
El segundo puede apostarle a actividades más lúdicas, como recorrer los alrededores a caballo, visitar los pozos azules o el Parque Arqueológico Monquirá. 

Barichara

Ubicado en Santander, a tan solo una hora del famoso San Gil, este pueblo colonial ofrece algunos de los mejores paisajes de Colombia. Su arquitectura antigua, que en su mayoría data del siglo XVIII, es imponente y conmovedora desde la primera vez que se tiene en frente.
 
Además, al subir a por la calle 6 hasta la parte más alta del pueblo, se disfruta de una vista impresionante de los alrededores naturales de Barichara así como el paisaje del valle del Río Suarez. Otro de los principales atractivos que ofrece el lugar es el Camino Real, la ruta que utilizó Simón Bolívar para llegar a Guane, otro pueblo patrimonio.
 
La caminata dura dos horas, de bajada, por un sendero tranquilo y colmado de encantos naturales. El regreso puede realizarlo en bus. 

Honda

Situado a orillas del Río Magdalena, éste es un pueblo fascinante que pocos se han atrevido a explorar. Seguramente, la razón principal es que en la carretera que pasa junto a Honda hay algunos restaurantes y paraderos donde los buses descansan durante sus recorridos por el país.
 
Sin embargo, basta con adentrarse por sus pequeñas calles y descubrir hermosas casas antiguas de colores, playas y miradores junto al río. Además, hay atractivos puntuales que merecen la visita como la Plaza de Mercado, el Museo del Río Magdalena o los famosos Rápidos de Honda.
 
El turismo apenas está despegando en el lugar, así que las opciones de alojamiento son pocas, pero ideales para pasar un fin de semana tranquilo. 

Mompox

Este es probablemente uno de los destinos más anhelados por los colombianos, aunque uno de los menos visitados. Esto se debe a que su acceso no es fácil, ya que Mompox se encuentra a una isla en medio del Río Magdalena, a la que se llega en bus o ferry desde Cartagena (8 horas) o en una travesía interminable desde El Plato.
 
Probablemente, esta posición ha contribuido a que la vida en el pueblo se mantenga auténtica y tranquila, y a que sus atractivos conserven el misticismo de los siglos. La Plaza de la Concepción es uno de los sitios más bonitos para conocer. Aquí se encuentra el antiguo puerto de chalupas, que pide a gritos una restauración, y varios cafés y restaurantes que se han instalado junto a la plaza y a orillas del Magdalena.
 
Otro sitio que no puede perderse es el Cementerio Municipal y su antesala, donde los cantos de los pájaros dominan el sonido.