Si buscas diversión, en Cali la tienes asegurada y no es para menos, en una ciudad que se ha ganado los títulos de "La capital mundial de la salsa" o "La sucursal del cielo".
¿Viajas pronto a este destino? Ya sea por negocios, turismo o de paso hacia otras aventuras, vale la pena que te quedes al menos cuatro días y puedas realizar juiciosamente estos divertido planes.
1. Recorrer San Antonio y Granada
Es más, si puedes hospédate en alguno de los dos ya que son muy acogedores y sus atractivos turísticos van desde lo histórico hasta lo más auténtico de la ciudad.
San Antonio es famoso por su capilla, que probablemente fue el punto de partida del barrio hace más de dos siglos, y por sus casas tradicionales de dos pisos, patios centrales empedrados, ventanas de madera con rejas de hierro y mucha naturaleza en los pasillos.
Algunas de ellas han sido el hogar de famosos artistas y sigue siendo uno de los barrios preferidos para la sociedad bohemia de Cali, así que debes caminar sus calles y pasar el día en sus locales para sentir esa atmósfera colorida y revolucionaria.
Por su lado, el barrio Granada tiene un ambiente moderno y rumbero, con restaurantes, bares, hoteles y locales de diseño que también se han instalado en casas tradicionales, pero con un estilo más innovador.
2. Bailar salsa lo más que puedas
O por lo menos hacer el intento, porque aunque creas que por ser latino y mover las caderas tienes el ritmo en la sangre, cuando vayas a un bar de salsa en Cali verás que aquí es otro el cuento.
Cuenta la historia que en los 70 un melómano tuvo la gran idea (o el exitoso accidente) de acelerar la velocidad en la que corría su tocadiscos, lo que dio como resultado canciones de salsa más rápidas que obligaron a los bailarines a apresurar el paso.
Las discotecas repitieron el experimento y entonces nació la necesidad de que la ciudad generara su propia salsa con un estilo rápido, que les permitiera seguir este ritmo, propio de la actitud y la cultura caleña.
En la Avenida Sexta encontrarás varios lugares donde se reúnen los salseros a escuchar, mirar, bailar y tomar ron, así que por lo menos recórrela una noche para que no te pierdas el show.
3. Disfrutar de sus atractivos verdes
Además de contar con actividades netamente urbanas, Cali también tiene lo suyo en cuanto a naturaleza y turismo rural.

Foto: Museo de la Caña
Por ejemplo, a unos 20 minutos del centro de la ciudad existe una zona muy agradable para los viajeros que disfrutan del ecoturismo y para los grupos que viajan en familia: el mariposario Andoke. Aquí podrás aprender sobre estos hermosos animales, ver a varios nacer y también realizar avistamiento de aves y algunas especies de insectos y anfibios.
Por esta misma vía se llega al Cerro de los Cristales donde se encuentra el Cristo Rey. En el camino verás varias esculturas y una vez allá, pasar algunas horas contemplando tanto la estatua como sus alrededores. Como dato, este cerro adquiere su nombre de la cantidad de cuarzos que se encontraron en su terreno, así que si estás de suerte de pronto te encuentras con un regalo.
El Museo de la Caña de Azúcar presenta otra gran oportunidad para pasar un rato al aire libre mientras se conoce mejor la historia del Valle del Cauca y su cultura azucarera, así como el trabajo y tipo de vida que debían llevar los trabajadores de los cañaverales. En el recorrido, que es caminando por áreas naturales, se visitan varios ranchos, algunos rodeados por lagunas, trapiches y una sala de exposiciones.
4. Probar increíbles manjares
La gastronomía de esta ciudad es rica en colores, sabores y mezclas exóticas, ya que combina ingredientes y tradiciones afrocolombianas, indígenas y mestizas.

Cholado
Hay tres platos fuertes insignia de las tradiciones culinarias caleñas: el sancocho de gallina -una sopa acompañada con patacones, arroz, ají y aguacate-, el tamal valluno -muy grande, relleno de cerdo y acompañado con arroz y arepa- y el arroz atollado -un plato ensopado con mucho arroz, papas, verduras y condimentos-.
Además, para los momentos de calor, en la calle siempre vas a encontrar champús -preparado con maíz, panela, lulo, piña y hojas de naranjo, o cholado -hielo raspado con frutas, jarabes dulces de sabores y leche condensada o “lecherita”-. Cualquier de estos dos puedes acompañarlos con unos panes de bono o aborrajados y el hambre habrá desaparecido.
5. Ser parte de los mejores festivales musicales
Porque además de organizar uno de los encuentros de salsa más grandes del mundo, aquí también se dan cita grupos de que representan las tardiciones más auténticas de Colombia.
Para despedir el año y comenzar el siguiente con toda la energía posible, la Feria de Cali con su famoso Salsódromo y el Superconcierto llenan de ritmos tropicales la ciudad.
Tanta acogida tiene estos eventos que durante los días de la Feria, entre el 25 y el 30 de diciembre, la ciudad acoge a unos 300.000 turistas internacionales y otros cientos de miles de colombianos que vienen aquí a “echar paso”.
A lo largo del año se realizan otros encuentros importantes, como el de Música Andina Mono Núñez en junio, el Petronio Álvarez de música del Pacífico en agosto y el de Música Gospel en septiembre.
No te pierdas nuestras 4 rutas para viajar por Colombia con amigos, ¡Cali es uno de los destinos!