Limita con dos mares y nueve países, es la cuarta potencia económica mundial, casi el 30% de su territorio está conformado por bosques, muchos de ellos primarios, y es el tercer país europeo en porcentaje de residentes extranjeros.

Quien visita Alemania encuentra un destino diverso, organizado y rebosante de paisajes verdes y ciudades vibrantes, con una oferta artística, cultural y de entretenimiento inigualable. Esto le ha permitido posicionarse a nivel mundial como uno de las primeras opciones a la hora de planificar las vacaciones y aquí les presentamos algunas de las razones que hacen la diferencia.

1. Sus fiestas y festivales

Alemania celebra encuentros artísticos, culturales y de entretenimiento únicos en el mundo, que congregan a cientos de personas a disfrutar de lo más tradicional del país. 
 
 
Uno de los más conocidos, que de hecho se celebra en varios países alrededor del mundo en las mismas fechas, es el Oktoberfest: la fiesta popular más grande del país que gira en torno a la cultura de la cerveza. Se celebran en Múnich, una ciudad ubicada al sur de Alemania, y dura más de dos semanas durante las cuales se disfruta de esta refrescante bebida y se recuerdan momentos emblemáticos que popularizaron su consumo a través de la historia. El evento tiene más de dos siglos y se ha convertido en la ocasión perfecta para visitar Múnich, que además es una de las ciudades más modernas e importantes del país. 
 
Existen además encuentros musicales durante todo el año, de todo tipo de género, tales como el de Bayreuth, que durante mes y medio recuerda las obras del músico alemán Richard Wagner en representaciones de ópera; el Berlin Festival a finales de mayo, que además de música ofrece espectáculos de teatro, arte urbano y festivales gastronómicos, o el MS DOCKVILLE que entre julio y agosto congrega en Hamburgo a artistas de diversos países del continente.   
 
Finalmente, no porque se nos acaben las opciones pero porque tenemos más razones, una navidad en Alemania no está completa si no ha visitado los fascinantes mercados navideños en Colonia, considerada una de las ciudades más acogedoras del país. 

2. Berlín: ciudad de historia, innovación y arte

La capital de Alemania es uno de los principales centros culturales, artísticos e innovadores de toda Europa. 
 
 
Sus más de 3 millones y medio de habitantes, de los cuales un 10% vienen de diferentes países del mundo, conviven entre monumentos históricos, espacios naturales perfectamente conservados, construcciones modernas y funcionales, y un sinnúmero de centros de entretenimiento donde la oferta es tan amplia que cualquiera encuentra algo que le apasione. Estos atractivos convierten a Berlín en una de las ciudades más visitadas del continente, con más de 10 millones de turistas al año y el número sigue creciendo. Además, combinar esta vasta pluralidad de opciones que se disfrutan de día con una vida nocturna que está entre las más diversas y animadas del mundo, es un lujo que pocos destinos pueden darse. 
 
Viajar a Berlín es un gusto que se puede dar en cualquier época del año y la ciudad siempre le sorprenderá, así que es cuestión de que haga una búsqueda según sus intereses y comience a planificar lo que, sin duda alguna, será una de los mejores experiencias de su vida. 

3. Los castillos y sus historias fantásticas 

Tal como en la mayor parte de Europa, Alemania cuenta con castillos cuya ubicación parece desafiar las leyes de la física y su belleza se asemeja a la de un dibujo de cuento. 
 
 
En la cima de montañas rocosas, en medio de entornos naturales boscosos y rodeados por jardines minuciosamente diseñados para deslumbrar, esta es una de las principales razones para recorrer los rincones alejados del país. 
 
El castillo de Neuschwanstein es uno de los más conocidos y visitados, aunque también uno de los más nuevos ya que fue construido en una época en la que estas edificaciones estaban dejando atrás su importancia estratégica. Sin embargo, al haber sido la materialización de un anhelo medieval de Luis II de Baviera, más conocido como “el rey loco”, el castillo cuenta con todos los elementos necesarios para convertirse en un atractivo casi de culto para los apasionados de la arquitectura antigua. 
 
Alemania también alberga el castillo más largo de todo el continente europeo: el de Burghausen. Esta ciudad se encuentra cerca de la frontera con Austria y esta magnífica construcción de estilo gótico va a cumplir el milenio, así que ya se imaginarán la cantidad de historias y leyendas que revolotean entre sus incontables paredes. Y el maravilloso Palacio de Schwerin, ubicado en una pequeña isla de siete lagos que rodean la ciudad, fue durante siglos la residencia de importantes duques y ahora es la sede del Parlamento de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Su diseño redondo y la belleza de su entorno de aguas tranquilas y árboles centenarios, hacen de este atractivo uno de los más encantadores a la hora de visitar los castillos alemanes.  

4. Los bosques y áreas naturales

Además de contar con ciudades modernas e innovadoras y una cultura que a la vez que se fortalece también se alimenta de nuevas tradiciones, Alemania cuenta con un patrimonio natural que permanece desde tiempos inmemoriales.
 
 
El bosque de Turingia, ubicado en la zona central del país, es uno de estos destinos de ensueño. Sus montañas, cubiertas por largos y rectos árboles, muchas veces son llamadas “el corazón verde de Europa” y miles de turistas vienen año a año a disfrutar de sus paisajes. Y es que aunque sea en el frío de invierno, es realmente conmovedor caminar sobre una superficie blanca que parece cobrar vida y trepar por troncos y ramas hasta coronar las puntas verdes del bosque. 
 
Además, aquí también se encuentra uno de los bosques más grandes de Europa: el Palatinado, ubicado al sur oeste del país. Éste ha sido catalogado como Reserva de la Biósfera por la UNESCO y está conformado por llanuras, ríos y montañas, donde también se asentaron castillos hace cientos de años. De hecho, donde quiera que se encuentre, siempre podrá visitar áreas naturales y acampar en zonas seguras, accesibles e inmiscuidas en un ambiente donde parece que pasan los días pero no el tiempo. 

5. Su diversidad

Finalmente, y tal vez lo más importante, es el bagaje cultural de un destino de más de 80 millones de habitantes, de los cuales un 20% tiene raíces extranjeras. 
 
 
Esta realidad ha generado dinámicas sociales tan particulares, que han hecho de Alemania un país admirable a nivel mundial por sus políticas sociales, su tolerancia y respeto a la diversidad, y el apoyo a iniciativas de diferente índole encaminadas al desarrollo y el progreso. La diversidad es mucho más palpable en ciudades como Berlín, donde un día de recorrido bastará para escuchar idiomas incomprensibles en casi cada cuadra y en una semana podrá probar los más exóticos platos de gastronomía internacional. De hecho, si está buscando una fecha para planificar su viaje, un gran momento es durante el Carnaval de las Culturas, un evento donde la capital se engalana de multiculturalidad, entre manifestaciones artísticas llenas de color, música y tradición. 
 
Aunque en realidad, cualquier época es buena para visitar Alemania, ya que siempre estará pasando algo que le dejará boquiabierto y absolutamente convencido de que hizo muy buen trabajo al escoger su destino. 
 
¿Te animaste? No te pierdas estos 7 tips para viajar por Europa