Durante años miramos a las 7 maravillas del mundo antiguo como lugares de ensueño que existieron en un pasado mejor y que nunca podríamos ver con nuestros propios ojos, hasta que en 2007 una iniciativa privada motivó a millones de personas a escoger nuevas edificaciones hechas por el hombre que han marcado hitos en la historia y nos inspiran a correr hacia ellas.

El resultado fue sorprendente: una de las maravillas se mantiene y ahora el listado incluye tres lugares ubicados en América Latina. Claro que no faltó la polémica, las críticas de organismos internacionales que no avalan el proceso y hasta del representante de uno de los ganadores, que se manifestó en contra de la discriminación y la competitividad, pero es innegable de estos lugares son verdaderas joyas que merecen la visita y el reconocimiento. 

1.  La Gran Pirámide de Guiza (Egipto)

Es la más antigua de la lista y la única que permanece, siendo todavía una construcción enigmática para geólogos, arqueólogos, historiadores, místicos…
 
 
Y es que acerca de su construcción solamente hay teorías, pero nadie sabe a ciencia cierta cómo es que 2.500 años a.C. ya se edificaba este monumento de piedra que fue el más alto de su clase hasta el siglo XIX.
 
Sus proporciones son perfectas, el interior cuenta con al menos cuatro cámaras y diversos pasajes, y todavía no se han encontrado herramientas o máquinas modernas que puedan realizar el mismo trabajo en la actualidad.
 
Esta pirámide forma parte de la Necrópolis de Guiza, muy cerca del Cairo, donde también encontrarás otras fascinantes pirámides, tumbas, templos faraónicos y la Gran Esfinge, esa majestuosa escultura de roca caliza que tiene rostro de faraón y cuerpo de león. 

2. El Cristo Redentor (Brasil)

Tiene menos de un siglo y ya es el símbolo de la maravillosa ciudad de Río de Janeiro, primer destino turístico del país y uno de los centros culturales más representativos de toda América Latina. 
 
 
Consiste en una escultura de Jesús de Nazaret con los brazos abiertos, construida y modelada en hormigón a unos 710 metros sobre el nivel del mar, en la cima del Cerro del Corcovado.
 
Puedes llegar hasta allí por carro o en el ferrocarril, y una vez que llegas a la estatua tendrás que subir ocho metros más tan solo para llegar al pedestal y tener una vista panorámica impresionante de la ciudad.
 
Además, se encuentra en el Parque Nacional de la Tijuca, un área natural con senderos, cascadas y diversas actividades para los amantes de la aventura.  

3. Petra (Jordania)

Este impresionante asentamiento humano, ubicado en el Valle de Aravá, se destaca por haber sido excavado y esculpido directamente en la piedra de las montañas del lugar. 
 
 
La construcción data del 800 a.C. y en los siguientes siglos la ciudad fue prosperando gracias a su ubicación, en una de las principales rutas de comercio de la época.
 
Fue abandonada en el siglo VI d.C. y apenas en el XIX redescubierta como un sitio arqueológico invaluable.
 
Algunas de sus particularidades es que, a pesar de estar en el desierto, contaba con un suministro constante de agua y era un lugar seguro, ya que se llegaba por un camino estrecho a través del cañón.
 
Actualmente Petra representa una de las mayores fuente económicas del país y las visitas están guiadas por antiguos nómadas beduinos que te llevarán hasta ella a través de estrechos senderos de piedra y arena.  

4. Machu Picchu (Perú)

Otra de las evidencias de que varias civilizaciones alrededor del mundo realizaron impresionantes (e inexplicables) construcciones, sin necesidad de grandes maquinarias o artefactos que mejoraran los resultados de la capacidad humana. 
 
 
Esta ciudad inca cuyo nombre en quechua traduce “Montaña Vieja”, fue construida a mediados del siglo XV entre dos imponentes elevaciones de los Andes peruanos.
 
Al igual que la mayoría de monumentos de este estilo, no se sabe a ciencia cierta cuál fue su finalidad, pero las teorías coinciden en que debió tener propósitos muy elevados como para emprender la tarea de construir en un lugar de tan difícil acceso y con rocas deformas angulares y tamaños gigantes. 

5. La Gran Muralla China

Esta magnífica edificación, cuyo objetivo fue proteger al gran Imperio Chino de las constantes invasiones de sus enemigos, tomó más de 10 siglos en ser construida y tiene más de 20.000 km de extensión. 
 
 
En la actualidad es la única construcción hecha por el nombre que se puede distinguir desde el espacio, pero su historia no solo es gloriosa sino también trágica, ya que unos 10 millones de trabajadores murieron durante la construcción de la Muralla y fueron enterrados junto ella (ten esto en cuenta cuando camines por sus antiguos caminos de piedra).
 
Los materiales utilizados en su construcción fueron sacados del mismo entorno, así que en unos tramos hay piedra caliza, en otros granito, ladrillo cocido, arcilla, arena, grava triturada…
 
A lo largo se encuentran varias fortalezas y torres de vigilancia, y en el país existen diversos puntos de acceso, siendo los más concurridos y mejor conservados los que están cerca de Pekín.
 
Aunque si buscas algo más auténtico, alejado de la masa y del comercio, dicen que el tramo entre Simatai y Jinshanling es hermoso y muy impresionantes.  

6. Chichén Itzá (México)

Esta enorme pirámide maya se encuentra en la península de Yucatán, una de las regiones más visitadas de México por sus maravillosos destinos caribeños.
 
 
Su construcción inició en el siglo V d.C. y fue ocupada con fines ceremoniales y políticos durante más de 10 siglos. Esta edificación está rodeada por otras pirámides y templos de menor dimensión, lo que denota una importancia vital para las civilizaciones que allí se asentaron.
 
Actualmente, el Yacimiento Arqueológico de Chichén Itzá es un atractivo que no puedes pasar por alto durante tu visita a este país, ya que además de estas sus antiguas construcciones cuenta con atractivos naturales como el Cenote Sagrado, donde hace cientos de años se realizaban ofrendas y sacrificios al Señor de las Lluvias y se mantiene como un sitio lleno de belleza y misterio. 

7. Taj Mahal (India)

La construcción de este fascinante palacio del siglo XVII a orillas del Río Yamuna, está enmarcada en una historia de romance y tragedia de esas que conmueven a cualquiera.  
 
 
Resulta que el emperador Sha Jahan, un hombre muy pudiente y poderoso, lo mandó a construir después de que su esposa favorita, Mumtaz Mahal, falleciera dando a luz a su catorceavo hijo.
 
Unos 20.000 hombres estuvieron dedicados a esta labor durante más de 15 años, y el resultado es un conjunto arquitectónico de estilo mogola (combinación de características islámicas, persas, hindúes y turcas) que ha sido catalogado como el más hermoso del mundo en su género.
 
Para lograr esta titánica y caprichosa obra se utilizó tal cantidad de mármol y piedras preciosas, que el imperio casi queda en banca rota, aunque ahora es una de los principales atractivos turísticos de la región de Uttar Pratesh y de la India; y el turismo es uno de las actividades económicas más importantes del país.  
 
Cada uno de sus espacios está lleno de significativos y delicados detalles, así que cuando visites el Taj Mahal prepárate para pasar horas recorriendo sus instalaciones y luego pasar días asimilando lo que has visto.