Se acerca la Semana Santa y con ella llegan cientos de tradiciones que año a año gran parte de la población colombiana celebra con mucho entusiasmo. Mientras para algunos estos días de puente tienen un significado espiritual, para otros son el momento perfecto para descansar en familia y salir a recorrer su maravilloso país. 
 
Colombia cuenta con diversos destinos turísticos que en Semana Santa se llenan de viajeros, pero hay algunos que son reconocidos internacionalmente por realizar imponentes celebraciones en sus acogedoras calles y deslumbrantes templos católicos. Para estas fiestas, nuestros recomendados son:

1. Popayán

Además de ser conocida como una de las ciudades coloniales más bonitas de Colombia, su celebración de Semana Santa fue declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2009.
 
Cuenta con uno de los centros históricos mejor conservados de América Latina, lo que significa que se mantienen en pie varias iglesias importantes que durante el puente de abril se visten de gala. Además, sus calles empedradas, enmarcadas por el blanco de las edificaciones, son el escenario donde los fieles caminan en procesión durante un día y cinco noches, siendo este uno de los mayores atractivos turísticos para quienes visitan el lugar con curiosidad.  
 
 
Las calles huelen a sahumerio, el murmullo y los cantos sacros ocupan el ambiente y las luces de las velas andantes generan imágenes que muchos amantes de la fotografía capturan incansablemente.
 
Este mega – evento, combinado con otros que se realizan a la par como el Festival de Música Religiosa, la Exposición Nacional de Orquídeas y la Muestra de Arte Religioso, hacen de Popayán uno de los destinos más encantadores para visitar durante estas fechas.

2. Mompox

Mompox es uno de los destinos más fascinantes y anhelados de Colombia por dos razones principales: fue muy importante durante la época colonial y libertaria, y su ubicación, en una isla de río en el Magdalena, ha hecho que su arquitectura antigua y dinámicas tranquilas permanezcan con el tiempo.
 
Una visita a esta ciudad es como un viaje al pasado, cuando la gente confiaba en la gente, la hora de la siesta se respetaba durante las horas de calor, las puertas permanecían abiertas para recibir a las visitas y la vida volvía a la calle en horas del atardecer.
 
 
Estas costumbres permanecen y, durante la Semana Santa, las prácticas religiosas se intensifican en sus siete iglesias coloniales. 
 
Su particularidad es que se conserva una tradición muy antigua, en la que los fieles ofrecían valiosas joyas a las imágenes de Jesús, la Virgen y los santos, para el perdón de sus pecados. En la actualidad, las joyas son una especie de préstamo y adornan las figuras que desfilan en las procesiones durante los días de Semana Santa.
 
Durante su tiempo allá, no deje de visitar el hermoso Cementerio Municipal o la Plaza de la Concepción, donde seguro querrá pasar un par de atardeceres cerca del río cenando y disfrutando de una bebida fría. Para llegar a Mompox primero debe viajar a Cartagena y luego tomar un bus que tarda unas ocho horas. El paseo es un poco largo, pero cada hora invertida se verá recompensada..

3. Ipiales

Al ser una ciudad fronteriza, Ipiales no es un destino que llama mucho la atención a la hora de planificar unas vacaciones. Sin embargo, si se encuentra en el sur de Colombia, Semana Santa es la época ideal para conocer esta parte del territorio que encierra varios de encantos.
 
 
 
Uno de ellos, tal vez el más importante, es el famoso Santuario de Las Lajas, considerado como una de las Siete Maravillas de Colombia. Su construcción inició en el siglo XVIII como un templo en las laderas del Río Guáitara y con el paso de los siglos se convirtió en una impresionante obra arquitectónica de unos 50mts. de altura, que año a año convoca a cientos de devotos, tanto colombianos como ecuatorianos.
 
Este atractivo se encuentra a unos 15 minutos de la ciudad y, aunque todo el año es visitado, durante Semana Santa son ríos de gente los que realizan el largo descenso para visitarlo.
 
Asimismo, en el casco urbano también se realizan importantes celebraciones durante estas fechas que van desde las tradicionales procesiones y conciertos de música sacra, hasta la particular costumbre de compartir “los 12 platos y las tres ollas”.
 
Así que si se decide por Ipiales, no se sorprenda de la generosidad de los nariñenses y reciba con gratitud la gastronomía típica que seguramente querrán compartir con usted; prepare su paladar para probar platos a base de maíz, cuy asado, llapingachos, fritada o champús.

4. Buga

Es una de las ciudades más antiguas del país y como tal cuenta con una riqueza histórica y cultural que atrae a muchos turistas interesados en el tema. Durante los días de Semana Santa, muchas de sus edificaciones antiguas parecen cobrar vida con la diversidad de eventos y movimiento que las animan, así que es una buena opción para pasar las vacaciones.
 
Fuente: Bolivar Tours
 
Esta ciudad vallecaucana es otro de los destinos religiosos más importantes de Colombia. La principal razón es que alberga a la Basílica del Señor de los Milagros, que fue construida a finales del siglo XIX y recibe a peregrinos de diferentes países del mundo.
 
Si además de sentirse motivado por el turismo religioso está en la búsqueda de una escapada a lugares tranquilos y naturales, en la zona hay atractivos ideales para el ecoturismo como la Reserva Forestal Alpes, el Parque Natural de las Hermosas, el Lago Calima, entre otros.
 
Y para los amantes de los dulces, este es un destino fascinante ya que, al existir importantes plantaciones de caña de azúcar en los alrededores, la producción de golosinas y postres se ha diversificado de una manera extraordinaria. 
 
Para llegar a Buga primero debes viajar a Cali y luego tomar la carretera por algo más de una hora hasta su destino. 

5. Tunja

Es un destino colonial que guarda cientos de secretos en sus construcciones y calles antiguas. Muchas de estas historias se despiertan cuando son contadas e interpretadas por los fieles durante los días de celebración, que se acompañan por procesiones y otros encuentros culturales. 
 
 
Esta ciudad boyacense, conocida más que nada por ser alta, muy fría y universitaria, es uno de los destinos más aclamados durante la Semana Santa. En 2013 la celebración fue declarada como Patrimonio Cultural Departamental, lo que quiere decir que refuerza la identidad de una región que promulga una cultura fuerte y reconocida dentro del país.
 
Una vez allí puede tomarse un par de días para recorrer los alrededores de Tunja, en donde encontrará pequeños pueblos boyacenses famosos por la amabilidad de su gente, ingeniosas artesanías y una deliciosa y suave gastronomía. 
 
Para llegar a Tunja primero debe viajar a Bogotá y luego tomar la carretera por algo más de una hora hasta su destino.